sábado, 10 de mayo de 2014

Escrito un miércoles.

Escrito un miércoles y por miedo a que el jueves aparecieses, publicado un sábado mientras me retiro de la trinchera. O vuelvo a ella, quién sabe.  

Vuelves los miércoles.

Cuando llegabas lo traías contigo,
olías tan bien
que me podría morir así.
Y no sería una muerte dura.

¿Y si ahora te huele otra?
¿Y si no llevas el mismo olor contigo?
                               - porque conmigo sí-
Ay si te viera cogido de otra mano,
reza por alejarte tanto de mí
que ni te huela.
Porque la mato.

Llevo siete años perdida,
hundida,
echada el ancla
en la bahía de los mismos ojos marrones.
Que me retienen,
no encuentro la salida. 


 
Hoy es miércoles.
Vuelves los miércoles y me rebates. 

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