lunes, 12 de mayo de 2014

Estoy mucho peor de lo que pensaba.


Deseaba que se perdiera
y que volviera a llamarme.
Que me matara
y volver a buscarle,
o matarme yo
si no le encontraba.
Pero siempre volvía con el invierno,
o en abril.

Aún no me he quitado del cuerpo
el olor que me quitaba el sueño cada noche,
Aún mis oídos no quieren dejar pasar
el sonido de las llaves cuando cruzabas la calle.
Aún mi boca mataría por volver a perderme,
a tirarme de cabeza,
en esos labios por los que me hacia el harakiri.

Y para olvidar, me hice de hielo
buscándole en otros cuerpos, en otras bocas,
en otras llaves e incluso
en otros olores.
Pero fue la arena de mi playa,
el marrón de mis ojos en los suyos.
Era la sexta vida de este gato
al que han matado las ruinas
del que fue nuestro palacio.

Y las canciones que han quedado
son las de este concierto
en el que hacíamos el amor como dos músicos
que se juntan para tocar sonatas.

Todavía deseo que te pierdas
o que vuelvas a llamarme.
Si ya me has matado,
que me busques
o buscarte yo.
Pero si no te encuentro
vuelve como antes,
con el invierno, o en abril,
o cuando quieras.
Todas mis estaciones son tuyas. 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario