lunes, 30 de diciembre de 2013

'Hay 100 motivos más de los que había ayer'. Bienvenido 2014.

                                                       Las circunstancias hacen a los hombres hábiles lo que ellos quieren ser, y pueden con los hombres débiles.’- M.J. Larra

 Desde luego este año no ha sido brillante ni mucho menos, pero ha tenido sus más y sus menos, y por ello estoy aquí como cada año, el día 30 de diciembre  haciendo un balance general del 2013, año en el que, según los mayas, el mundo tendría que haber terminado. Y de algún modo, lo que era antes mi mundo sí ha tocado fin, he acabado con muchas cosas que tendrían que haber sido decapitadas hace mucho tiempo, pero mejor tarde que nunca y ya se sabe que lo bueno se hace esperar.
                A día de hoy puedo decir que tengo a mi lado a quien de verdad vale la pena y que puedo confiarles mi vida y no preocuparme por absolutamente nada. A parte de echar de mi vida a muchos y muchas que se las daban de reales, también ha entrado en este caos quien ha sabido valorarme, quererme y, sobre todo, soportarme. Quien está y estaba tiene ganado el cielo, si las tengo a ellas me basta y me sobra lo demás, son mis hermanas de distinta madre.
                Pero independientemente de todo esto, ha sido un año crítico, educativo, un año de aprendizaje, de darme contra la misma pared cincuenta veces hasta aprender y, a veces, ni eso. Aprender a contenerme, a saber canalizar ira y llanto –aunque lo segundo no lo consiga la mitad de las veces- de darme cuenta de que valgo más de lo que yo me creía y quien no creía que me conociese tanto, lo hace como si me hubiera parido y eso, aunque parezca que no, sorprende cuando te sueltan las verdades de golpe. He aprendido a no engañarme a mí misma y, sobre todo, he aprendido a dar y recibir cariño, pero del de verdad.
                Han sido 365 días de montaña rusa emocional, hoy estás arriba y mañana abajo y cuanto más subes, con más fuerza y más bajo caes, c’est la vie. Pero si cabe destacar algo, ha sido la imprevisibilidad del año entero, en general, cosas, acontecimientos que pensé que jamás iban a suceder, ¡ZAS!, de repente hacen que bajes la velocidad y verlo todo sin prisa, hace sentar la cabeza, aprender de lo que hay,  de lo que falta. Este año me ha hecho ver quién vale, por quién mataría y por quién no doy ni un pavo, porque detrás de una apariencia rancia o desentendida, está la mejor tía que he conocido en mucho tiempo, y pocos pueden verla como lo hago yo. He aprendido lo que es echar de menos y duele más que muchos golpes. He visto temblar un pabellón al grito de un grande y llorar de emoción cada vez que lo recuerdo.  
                Sin más, ha sido un año intenso en cuanto a emociones, pero poco se podía esperar de un año que acaba en 13 –yo y mis supersticiones- pero pese a ello, no ha estado nada mal.
                Finalmente, a quien se ha ido, gracias por enseñarme que no es oro todo lo que reluce, a quién se queda como antes, gracias por seguir aguantándome, quien ha pasado a formar parte de mí de una manera distinta, gracias por lo que nos queda y a quien ha entrado, bienvenido. Igual que a este 2014, bienvenido seas y, aunque sin propósitos pendientes ni a establecer, espero mucho de ti.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Me condeno a la autodestrucción.

Es el miedo interno que tengo a que vuelvan a hacerme tanto daño, a que me vuelvan a romper. Eso me ha hecho así, el miedo a la autodestrucción, a perderme, a perderte, al fin y al cabo, miedo. Por eso me vendo como me vendo, por eso busco relaciones superficiales basadas en el sexo y unicamente en el sexo. Porque me da la vida lo mismo que me echa abajo y así, ¿cómo voy a levantar cabeza? Si cuando bebo de ese agua para recuperarme, me envenena.
Por eso no me abro más que de piernas al resto, porque si lo hago un poco más, me expongo a que me jodan y suficiente tengo con uno, no quiero más.
De ahí que busque lo que me sacie sexualmente, la carga emocional la tengo de sobra, solo quiero hombres dispuestos a darme sexo cuando quiero.
Por eso, además, solo me planteo estar con él, tiene todo lo que quiero y necesito. Mais ce seulement moi qui ai sa besoin.
Estoy rota emocionalmente, sin la capacidad de tener confianza em nadie, ni siquiera en mi misma.
Me oculto tras una coraza de un grosor descomunal para que no me.llegue todo eso de lo que habláis. Voy de tía segura y soy más débil que un castillo de naipes y, sin embargo, todo el mundo parece.querer tener la misma confianza,falsa, que yo tengo en mí. Me piropeo tanto porque nadie lo hace si no soy yo, voy por la vida con este intento de seguridad como si se me fuese a pegar algo, pero no.

Soy desafinamiento sin desafinador, vivo con lo que me matas, muero si me lo quitas.

viernes, 15 de noviembre de 2013

'Persiguiendo un diamante'.

'A partir de ahí todo fue muy rápido. Cayeron de espaldas sobre la cama y en cuestión de segundos estaban desnudos. Fue un sexo violento y vehemente que ella rara vez había experimentado. Aunque él jugó con su pelo, le acarició la cara y le besó la punta de la nariz, no dudo en sujetarla casi con brusquedad, con las manos por encima de la cabeza. Después, se la arrimó, aun encima de la colcha, y le acarició suavemente los hombros hasta que le puso la piel de gallina en la parte posterior de los brazos. Él le preguntó si estaba bien, si se encontraba bien, si quería un poco de agua. Al ver que guardaba silencio, le levantó la barbilla y la beso con tanta ternura que ella pensó que se moria. Se besaron asi durante minutos, muchos minutos, lenta y lánguidamente, y cuando él le plantó la lengua en el labio inferior, ella tuvo la sensación de que podía desaparecer por completo en su boca. Ninguno de los dos levantó la cabeza de la almohada; se volvieron de lado y se besaron, con pasión, con ternura, hasta que algo estalló y la urgencia se hizo imperiosa; chocaron los dientes, se clavaron las uñas y las manos volvieron a asir y a tirar.'

martes, 5 de noviembre de 2013

Pero al final te vas.

Quiero ser quien te despierte por las mañanas,
la primera de tu lista,
Que no haya más que un nosotros.

No cojas tus cosas y te vayas, me llevarás a mí,
somos tan nuestros,
tu tan mío y yo tan tuya,
cada rincón es tan nuestro
que no nos lo quita ni este intento absurdo de olvido.

Pero al final te vas,
sin yo ser tan tuya
y tu siendo tan mío.

lunes, 14 de octubre de 2013

Felicidades cosa chiquitita.

                Ahora toca lo típico, ¿no? El ‘felicidades’ monótono de todo el mundo, siempre y para todos igual a lo largo de los años, pero la cosa cambia cuando a quién felicitas no es monótono –en este caso monótona- sino que cada día aporta una cosa diferente.
Así como a lo largo de tantos años ha entrado gente tan diferente en mi vida, considero que la variedad, tanto de personas como de perspectivas, consigue hacerme mejor como persona, y eso, precisamente eso, es lo que ha conseguido, en parte, esta pequeña espabilada que llegó sin avisar y para quedarse mucho, muuuuuucho tiempo.
El tema es que hoy cumple 17 años, y ¿qué os voy a contar? Si no la ves venir, parece un gatito al que hay que ponerle un cascabel para saber que está contigo siempre. Como la digo siempre, la mala hostia la tiene toda concentrada, tanto, que si no llega a lo alto de la estantería o tiene que subir un muro para quedarse contigo, tira la estantería abajo y dinamita el muro. Y con esa mala hostia y esos ojillos verdes (28) ha conseguido alegrarme los días de verano y las noches de invierno.
La verdad es que me queda poco más que decir, todo lo que tiene que saber, lo sabe de sobra, no hace falta escribirlo, con que me mire desde ahí abajo, lo sabe. Solo queda el último matiz, recordarla lo que tanto la he repetido, que la quiero, joder.

El tiempo no espera, pasan los años y tú con ellos, y yo a partir de ahora, contigo, para hacerlo más bonito. Como tus 17, felicidades.

viernes, 11 de octubre de 2013

Concluir.

Concluir: acabar o finalizar algo o ganarle la espada al contrario, de suerte que no pueda usarla. Eso pretendía yo, concluir con esto, concluirte de una vez por todas.
                Compito día a día con mi yo interior, con esa que quiere seguir viéndote reír, o simplemente seguir viéndote, como cuando quería vivir en ti. Y con esto, lo único que pretendo es dejarte pasar, que sigas tu camino –como has hecho siempre- y yo el mío, sin más. Quiero dejar de escribir por ti, de llorar por todo esto, por cómo has hecho cenizas el imperio que teníamos montado. Quiero echarte de aquí y que no vuelvas con tus paseos nocturnos por mi cabeza, ni por ningún sitio. Quiero que esto sea lo último que escriba por y para ti, no te mereces más que el último ‘adiós’ que te regalé, ni siquiera te lo di, era un ‘adiós’ de ‘vete y no vuelvas nunca’, y me has hecho caso omiso.
                Y  por mí, por mi psicóloga sin título y por todas las que han aguantado esto, se acaba, hoy, ahora, en este momento. Porque me has hecho tanto daño que ni con cien vidas a mi lado conseguirías hacerme feliz, me quitaste la inocencia de un soplo, corrompiste todo esto y todavía te quejabas de cómo era, fuiste tú quien me instruyó para que todo fuese así, fuiste tú quien colocó estos cimientos de mierda, provocando que me venga abajo cada vez que te nombro, que cuento todo esto, cada vez que hablo de ti me hundo, y soy incapaz de perdonármelo.
                Formas parte de mi pasado, y no puedo hablar de él sin hablar de ti, te reprocharía tantas cosas más… pero esto se hace eterno y una despedida a alguien que ha dejado que te hundas antes de tirarte la cuerda, es un delito.

                No te mereces ni las mil sonrisas que me has sacado, adiós, pero el definitivo, sin vueltas atrás, sin trampa ni cartón, para concluirte. Por fin.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Me llamaron fría sin saber que el hielo también quema.

                No espero que me entendáis, solo tengo que entenderme yo, y pocas veces lo consigo, ¿me vas a decir tú que me comprendes? Intentando salir a diario de esta mente corrompida, sin querer faltar a una, tengo esto quemado, hecho ceniza y no hay quien cargue con los daños colaterales ni que reconstruya este desastre, ni hachís que coloque este desorden. Nadie ha sido capaz de entrar en esta fortaleza, esta coraza que me evita males y bienes, dicen que hay peligro de derrumbe, que el mayor ruido es el silencio que cae como una losa, como la verdad  que aunque digan que no, mienten, duele. Llueve siempre, y cuando sale el sol, me evapora el agua que me mantiene psicológicamente viva.

Veo a quien tengo más cerca como si yo le mantuviera fuera, allá lejos de mi fortaleza y yo mirando desde el torreón más alto sin poder tener nada que ver con el infierno que se aviva cada día. Estoy sacrificando mi piel y de nada sirve; esos ahí sin daros cuenta de lo que pasa, seguid ahí, ninguno vais a conseguir entrar y, como llegar y besar al santo, besar a está que no es ni santa, nunca me entenderéis, esta es mi jodida dictadura de mí misma donde quien gobierna es el diablo y su mano derecha es una loba. 

martes, 6 de agosto de 2013

Felices 17.

                Aquí estoy, como hace tres años, como que es el tercer cumpleaños juntas, como que son tus 17, como que eres lo que más quiero.
                Felicidades por tercera vez y, como ya sabemos, a la tercera va la vencida y a esta tercera, nos ha pasado de todo y si aún así nos tenemos, que les jodan, nos sobran terceras veces y el ‘para siempre’ se nos queda pequeño. Porque queda tanto para darte, quedan tantas cosas juntas, queda tanto reír, tanto llorar, tanto compartir silencios y tanto sudar que me da igual lo que venga si estás de mi mano.
                Aprovecho hoy, la última media hora de tu cumpleaños, para darte las gracias un poco más de lo que las doy cada día; por todo, sin precedentes, sin excusas, sin ‘pero’, sin trampa ni cartón, porque viniste aportándome lo que me faltaba. Y de verdad, que bendigo ese jodido septiembre y estos tres años que no valen más que para sumar alegrías, porque me tiraría con los ojos cerrados si sé que me esperas abajo.
                En cuanto a esta felicitación, un año más, en pantalla de ordenador y sin 5 párrafos en italiano, pero dudo que al cartero le interesara llevar esto a Málaga y que llegara en algo más de 15min, pero ya sabes que hasta desde la distancia, te noto como si estuvieras aquí pero a la vez te echo en falta tanto como si estuvieras en la otra punta de la galaxia. Y, bueno, a lo mejor este no ha sido el mejor verano de nuestras vidas, pero de eso se trata, seguir creciendo de la mano, como si de cadenas se trataran, porque queda mucho por viajar, ya sabes, tu regalo te espera.
                Hasta aquí tu felicitación de cumpleaños, la tercera de muchas y tus únicos 17, disfrútalos.

Si no tuviera nada te tendría a ti y si tuviese algo, que les jodan, sería nuestro.


Felicidades Sara, te quiere tu raggazza a 593km más al norte.

viernes, 26 de julio de 2013

Como desearía equivocarme pero tienes miedo.

Y que el amor, si no se muere, lo matan y tú te empeñas en destruirme, como si te fuese la vida en ello. Qué ironía que intentes acabar con esto, y nos estés matando a los dos.
Soy la que va con la cara de mala y llorando a escondidas, que intentando salir de este engaño como Platón de su cueva y me tienes atada de pies y manos, como si quisieras perderme de vista pero no me dejaras ir. De verdad, cómo desearía equivocarme pero ahora eres el cordero y yo la loba, y tienes miedo.
Que lo poco gusta y lo mucho cansa, y que quiero volver a tus brazos como antes, en pequeñas dosis, poco a poco, para no perderte, para no perdernos, para que me muera si te matas y te mates si me muero, para volver a lo de siempre, a lo de hace años, de besos a escondidas por la noche en callejones, a que suenen mis llaves al compás de tu respiración, a dejarlo todo a medias por verte. Por volver a volver, por retomar lo que dejamos a medias varias veces, por que vuelvas a mi cama, a mis mordiscos a tu cuello, a tus suspiros en mis oídos.
Aunque realmente, no sé si volver a volver es la solución, vine como cordero y me voy como loba, aprendiendo del mejor y ahí te quedas, desangrado y roto. Me llamaste fría pero no te diste cuenta de que el hielo también quema.
Pero todo esto va inside y jamás llegarás a entenderlo.

jueves, 2 de mayo de 2013

Perdí los ojos por mirarte.


                                 
                   Ya astillada y sin poder soltarme de ti, como la sirena a su barco.
Y los besos, tan efímeros como eternos, ¿de qué sirve recordarlos si no es en una historia?
                Abrí los ojos y ahí estaban los suyos, como un universo hecho para perderse en él, donde un maya sea capaz de leer hasta los astros. Como si de una pesadilla o incluso el mejor de los sueños se tratara.
                Los miré hasta perderme y cuando empezaba a pensar que podría vivir ahí, llegó la mayor de mis fobias, la peor droga, su boca. Aún no entiendo como sigue siendo legal. A 3cm podía inhalar hasta sus pensamientos y no había nada más alrededor. Solo su boca y yo.
               Y entonces entro esa luz por mi ventana, haciendo que saliera de mi misma, haciéndome recapacitar como  nunca lo había hecho, como nunca nadie había provocado que lo hiciera. Haciendo que despertara de todo esto y ahora cabe la duda de que alguna vez haya estado tan jodida. He perdido los papeles, roto mis esquemas, mis ojos ahora siempre son Venecia y mi corazón Roma desde hace ya un tiempo. Es echar de menos cada noche, pedirle al cielo que esa boca que me volvía loca, vuelva y que esos ojos me miren juguetones otra vez. Meter las manos en su abrigo, insultarle cuando tengo su boca pegada a la mía, preguntarle siempre por el pirsing que ya me sé de memoria. 
             No tengo una explicación concreta, me atrevería a decir que es porque lo echo de menos, pero le tengo en la cabeza cada día, a cada hora, como antes, pero ahora sin sus ojos ni su boca.
             Volveré a bajar estas persianas que me tenían escondida y ajena a lo que no quería ver pero estaba. Bajarlas para ver si me doy la vuelta 
y tengo tu boca susurrándome al oído.

jueves, 11 de abril de 2013

Rotos mis esquemas por completo.


                 Me rompieron sin pudores las reglas que tenía marcadas, echaron todos mis esquemas a la basura como si de fruta podrida se tratara, me reinventé volviendo a dar forma a ese trozo de hojalata que decía ser mis entrañas o incluso mi corazón.
                Ha pasado bastante tiempo y aquí estoy, cual perro abandonado volviendo a la tumba de su madre,  ¿qué esperabas? Si, yo también lo pienso, debería largarme y no volver a verte. Hiciste que vomitara rabia, todo eso que se hallaba en mi de forma inalienable, te negaste a que estuviera ahí y poco a poco, fíjate que ni me di cuenta, lo fuiste sacando, como el que saca recuerdos de una caja, y lo tiraste todo. Cambiaste el calor por frialdad, la inocencia por demasiada experiencia sensible, las miradas con cariño por odio en el mas absoluto sentido de la palabra.
                Lo peor es que, a pesar de todo, nunca he llegado a odiarte. Me cambiaste por completo y sigo perdiéndome en esos ojos y esa boca. Esta vez una Ariadna en el laberinto y el minotauro esperándola a la vuelta de la esquina. Ya no hay ni Teseo, ni cordel que me saque de esta. Ahora soy yo, sin opción a una carta de joker que sirva de comodín.
                Necesito una determinación, algo fijo, no me gustan las vueltas de tuerca. ¿Puede ser porque ya me dieron a mí demasiados giros para ir a parar al suelo? Quien sabe, en la guerra y el amor, todo vale, ya nos lo han repetido demasiado. 

martes, 12 de marzo de 2013

Aquel nombre se me iba como espuma de cerveza.

Despierta porque apenas duermo, porque sueño con todo.
Porque darle a mi cabeza mil vaivenes para que con suerte deje de marearme es tan irónico como que siga perdiendo el culo por ti. Parece estúpido que a la que consideran fuerte, se derrumbe cuando solo la zarandean y, joder, qué hago si parece que hasta la Tierra va a cambiar la rotación.
Soy de las que tiran de café en los días de lluvia, solo para quedarme viendo como caen las gotas, igual que tus putas palabras, qué solo me daba cuenta de que estaban lloviendo cuando aparecía mojada, no sé si de indiferencia o de demasiada atención. La cuestión es que esas palabras eran capaces de emborracharme hasta hacerme perder el sentido.
Y ahora me atormenta esta resaca, que n
o me deja ni pensar; ni ebria ni sobria me dejas de incordiar. Yo pensando que iba a ser la Terminator de ese coco, me la he jugado y mira, reconstruyendo mis ruinas para volver a empezar, una vez más, sin gotas ni besos que me dejen sentimentalmente terminal.
Me dije a mi misma que ‘no’ 50 veces, y aquí sigo rezando para que veas mi culo andar por tu pasillo y mientras tanto rechinan los muelles de mi cama gritándome que dónde estás, que dónde acabaron esos pantalones. Que aún pican tus putos besos en la garganta, y mira como me joden, quieren pirarse porque tu boca ya no está porque cada vez que te veo sonreír, vuelvo a perder.

viernes, 8 de febrero de 2013

Conmigo, piérdete por las calles; piérdete en mis piernas.


Las cinco y pico de la tarde de un viernes que se despertó medio decente, con alguna nube suelta a las 8 de la mañana pero que se ha ido tornando tono tras tono hasta este instante en el que tengo al otro lado del cristal un cielo casi negro, diluviando  y de vez en cuando se torna y nieva. Mas o menos como mi humor; que puedo sonreirte y darte un beso a primera hora, y esa misma noche querer matarte. Será que soy mujer.
                Pero la verdad es que como todo, el humor es capaz de mejorar y tu actitud se vuelve diferente cuando una noche de tantas alguien totalmente desconocido físicamente pero no tanto en el ámbito psicológico se mete entre tus sábanas emocionales dispuesto a hartarte de piropos y hacerte sonreír. A veces, incluso hasta sonrojarte o, en mi caso, aumentar la temperatura. Asi, una buena noche aparece entre mis mensajes algo así, después de una larga conversación compartiendo ambiciones y principios:
“-Transmitir mi cálido afecto desde tus labios hasta los muslos que se alejan sugestivamente de tu húmeda entrepierna, es lo único que calmaría el deseo que tengo de empotrarte contra la áspera y dura pared. Y quererte. Querernos sin más.
Llegará el día en que no sea la distancia la que nos separe, sino un simple trozo de tela, el cual yo arrancaré y lameré recordando los días y las noches como estas que me deseaste para ti en tu cama y la vida no tuvo el coraje de ayudarnos a que aquel deseo se hiciera realidad. Serás mía y yo tuyo. Nuestro será el placer y tu cama testigo de ello.”
Después de leerlo y releerlo  te das cuenta de que no solo eres tú y los tuyos a los que ves de vez en cuando, sino que puede haber alguien incluso a 1982’5 km que te desea, lo que me hace ponerme a pensar y decirme a mí misma “Andrea, tienes que darte la vuelta y mirar hacia fuera, no sabes lo que te estás perdiendo”.

miércoles, 30 de enero de 2013

Mis reales, mi salida del laberinto.


Hoy 30 de enero, miro para mis adentros y me doy cuenta, aunque muy joven aún, de todo lo que llevo dentro y a rastras. Todos estos años pasando día tras día con una anécdota más, o un mal día para olvidar, aunque soy de esas que intenta sacar una sonrisa, aunque sea a la fuerza, hasta en los peores momentos, pero tengo la gran suerte de que no lo hago sola, tengo a los que me quieren, a mis reales, a mi lado, a las buenas y a las malas y tal y como están las cosas es lo único que vale la pena aquí.

Aprovecho hoy precisamente, el día en que cumplo 17 años para agradecer en un Word de los míos todo a todos aquellos que han estado siempre, a lo mejor no desde el principio, pero sí hasta el final o al menos eso pretendo. Gracias a todos los que me han sacado sonrisas sinceras, que no todos pueden he de decir, los que me han hecho reírme a carcajadas hasta llorar, también a los que lo han conseguido pero lágrimas de emoción, a quién ha conseguido sacarme del agujero cuando todas las escaleras emocionales han fallado, a quienes han hecho que vea todo desde mil perspectivas distintas, simplemente para que me dé cuenta de que tengo que mirar un poco más allá de mi propio cristal que, a veces, me impide ver hasta lo más obvio.  A quienes han aparecido hace relativamente poco y me han aportado lo que ni yo misma me esperaba, a quienes llevan tanto aquí a mi izquierda, que no han hecho hueco, sino socavón a primera línea emocional y que, si en algún momento se fueran, no habría posibilidad de reconstrucción de este desastre. 

Una vez dadas parte de las gracias que merecen, ya que no todo se puede expresar en una pantalla de ordenador y hay quien no me las acepta, con el pretexto de “no hacen falta, ya lo sabes”. Si, y también sé la falta que me hacéis y que una de las pocas maneras que tengo de demostrarlo es dar las gracias.  

Como despedida, a todos los que lo leáis, sabéis quienes estáis implícitos aunque no se os nombre, de sobra, y quienes no, sabed que tener a tu vera a quien te valora y te quiere así es lo único que sirve y perdura, te dibujan los laberintos si te pierdes y como Ariadna a Teseo, se juegan hasta la vida por darte la cuerda y sacarte de ese agujero, por muchas escaleras que fallen.

viernes, 11 de enero de 2013

Soy lo que tú quieras ver.

Soy distinta, promiscua hasta hartarme, cabezona, hablo más que escucho, grito hasta dejarme la voz, soy ególatra como la que más, morena, pelo castaño medio rojo, ojos marrones, guerrera, responsable, con las ideas claras, fuerte, o eso intento, hermana de mis amigas y con una madre que no me merezco.
Me dicen que como es que tengo las cosas tan claras, y tan poca vergüenza en cuanto a que no me importa decir cómo soy, lo que siento o cada cosa que pienso. Me insultan y sigo siendo la misma, ¿Qué si no me afecta? Realmente no, tengo muy claro quién soy y cómo soy y así quiero seguir. La gente que me quiere está aquí a las buenas y a las malas y si siguen aquí a mi lado es porque les da igual como sea, que tengo mis más y mis menos si, pero con la gente que quiero, siempre doy lo mejor de mí. ¿Qué si algún día cambiaré? Puede, pero nadie se levanta un día habiendo cambiado su mentalidad o físico completamente. Si necesito algún cambio llegará el día que lo decida y será poco a poco, no de un día para otro decido que quiero ser otra. De momento estoy muy a gusto tal y como soy, cuando me miro al espejo veo algo que mucha gente estoy segura de que miles de complejos se lo impedirán, que yo también los tengo eh, pero sobrevivo igual, son parte de mi y si se eliminan sonríes igual que si los tuvieras. Me digo ‘qué buena estás’ cada mañana como mínimo 200 días al año porque realmente lo siento así. Y cuando me dicen ‘qué bien te ha salido el texto argumentativo’ sonrío y lo agradezco, sintiéndome mejor que nunca con mi yo intelectual, del que también estoy orgullosa.
Pese a todo, llevo un rollo de tía fuerte y sin sentimientos que acarreo desde hace tiempo; echaron tantas pachangas con mi cora que ambos hemos acabado sabiendo jugar mejor y ahora es ésta femme la que se pone por delante, previniendo lo que viene, sobrepasándolos. Como con un yoyó ando mareándolos, que ni sí ni no, ni blanco ni negro chico, tu a tu rollo y yo al mío, pero tranquilo, que hasta este de mi izquierda no llegas, que arrasando con todos parece el acorazado Potemkin.
                Ya no veo un futuro sentimental claro, porque sois todos tan capullos que después de tanto tiempo, da gusto devolvérosla doblada, mejor sensación que vuestros putos orgasmos. Ya veis, que la venganza se sirve en frío, y vosotros os calentasteis demasiado, así os ha pasado, que ahora hipotérmicos perdidos. Perecéis payasos de circo intentando hacer girar varios objetos y estáis equivocados, que jugáis contra la que os lanza cuchillos como palabras y a las cuatro, caéis de rodillas, pensando equivocado, ¿Qué me tienes en el bote? Ay chico, hace mucho que no me dejo intimidar y tu no vas a ser la excepción.
                Soy lo que quieras ver y como lo quieras ver, como filtro fotográfico, remodeláis la realidad a vuestro gusto, malinterpretando palabras y sacando conclusiones que ni pies ni cabeza. No me vais a cambiar por mucho rumor que soltéis, ni basándoos en principios de la física vais a conseguir hundirme, no soy el Titanic, ya lo dije, soy como el Katrina y el día que estalle, peor que la bomba de Yroshima. Si quieres criticar, critica, pero no ladres y no vas a morder, y ojo, que ando como una loba en tu nuca.