Vamos a mandar todo
a la mierda,
porque es martes.
Voy a dejar reposar los reproches
sobre el alféizar de la ventana
mientras llueve,
porque es martes y el olvido hoy
no pasa a recogerte.
Voy a pedirte que no me mires más
desde el amanecer de tus pestañas
porque te voy a comer y es martes,
no quiero que hoy te me atragantes.
Voy a huir, a torcer la esquina
y a correr hasta ahogarme
por la carretera
de tu columna vertebral
por si consigo beberme los pasos
hasta tus labios,
aunque sea martes y
no hablen de tu piel
en los diarios.
Voy a estudiar gramática
hasta que de mi cabeza
salgan los pronombres
que llevan tu respiración
en los fonemas, porque es
martes, me ahogo
y no me llenas.
Voy a soplarme entre las venas,
a la luna y a hacer cuentas
de los días que llevo sin gritarle
a tu locura que es martes
y mi pelo echa de menos
entre tus manos las verbenas.
A veces me haces falta
por las noches, mis sábanas gritan
que no vuelves, pero
para evitar malos temblores,
cambio camas, besos y
hasta los huesos
por que vuelvas cualquier martes.
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