Supongo
que sólo me cabe aceptar que lo nuestro duró lo que mi pasión por la ciencia.
Estamos en distintos campos y menos mal;
no habría sido capaz de aguantar esta química que no reacciona ni un día
más. Éramos demasiado estables el uno sin el otro pero eso, en letras, nunca
llegamos a entenderlo. Creo que por eso te sigo escribiendo, porque el papel
siempre dura más que la memoria y una reacción exotérmica como la nuestra,
nunca duró lo suficiente como para entendernos, catabólicos, y crear siempre
algo mejor y más grande.
Quisimos
ser los Curie y yo nunca entendí que lo único que me mataba eras tú. Por eso he
preferido optar por aislarte en un cajón y quitarte el polvo de vez en cuando
aguantando el miedo a que puedas ser el radio al que acabe volviendo.

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