lunes, 17 de diciembre de 2012

Cómete el mundo después de comerme a mí.


Un mensajito a las tantas, un beso mal dado, una lágrima de felicidad, una barra de labios, un paquete de preservativos, una mentira para salir del paso, un corazón mal pintado, un vicio malo, un alma buena, una sonrisa blanca, un cigarrito a las tres de la mañana, una película porno, un “I love you” mal pronunciado, un adiós que siempre suena igual. Una canción hippie, un colchón caliente, un invierno frío en la calle y un subidón en el ascensor, un desayuno sin diamantes, un pelo despeinado después de liarla un rato, un gemido que te eriza la piel, una mano traviesa, un juego prohibido, un chocolate que no se come, una cuenta atrás.... 
Ven desnúdate, desnúdame, la mejor marca de ropa que conozco se llama tu piel, y no hay mejor pincel que la imaginación el respeto al amor en conjunción con un tal colchón.

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