Un año más, si, ¿y qué? Si, han pasado muchas cosas este año, demasiadas para mi gusto. Y además, cosas que abarcan todos, absolutamente todos los ámbitos; ha habido peleas, amores, rollos, noches, fiestas, bailes, canciones significativas, de esas que se quedan para siempre, y otras que no tanto, también ha habido risas, para dar y regalar, esas alegrías que surgen de las pequeñas cosas, de los detalles que parecen insignificantes, como no, ha habido piques, muchisimos, muchos mas de los que yo me esperaba, y para NO VARIAR, lloros, algunos con razón y otros por estupidez, por razones nulas.
Y en este año, también he llegado a darme cuenta de quien esta, estaba y estará ahí a las buenas y a las malas, y también quién se rige estrictamente por el refrán "Por el interés te quiero Andrés". Este año he aprendido que las cosas que realmente fortalecen y te hacen recapacitar son los errores, grandes o pequeños, pero es lo único que ayuda, y que las cosas conseguidas por uno mismo son las que de verdad te enorgullecen, que te puedes dar de morros cincuenta veces, pero si a la numero cincuenta y uno lo consigues, las anteriores te dan igual.
El 2011 ha estado lleno, a rebosar, de sensaciones, algunas totalmente nuevas, y otras prácticamente monótonas. Empezó con un enero estupendo, con frío pero lleno de alegrías, nada mas que alegrías. Febrero fue IMPRESIONANTE, sin duda creo que fue el mejor mes, un invierno del todo agradable. Llegó marzo con un viaje a Alemania que me ha dejado marcada, para el resto de mi vida, y empezaron las fiestas, un findesemana tras otro, todos los sábados una fiesta, ¿qué cual fue la mejor? sin duda, la fiesta de mi queridisima Nerea; fiesta sorpresa, para variar, pero en su casa, con muchísima gente, muchísima, y una música ALUCINANTE. A marzo, le continuó un abril, también llenísimo de fiestas, y un mayo ídem. Junio, sinónimo de calor, verano, pereza, y exámenes, mucho exámenes, pero cuando terminaron y ninguna quedaba para septiembre, fue todo un reto superado. He de ser sincera, lo terminé alegre, no sé por qué pero sí, así fue. Y pasaron julio y agosto, que no fue el mejor verano de mi vida, que quede claro, pero no estuvo mal, contando con que, como cada año, las fiestas de Retamoso de la Jara, insuperables. Ya septiembre, con su "OH DIOS MÍO" y las clases, 3 meses de estudiar, y no parar, de quedarse hasta las tantas repasando, y de piques con alguna que otra hasta las tantas también. Tres meses con algun que otro susto por "pinchazos", sustos que acabaron en no ser nada, despues de todo. Y aqui me hallo, en pleno diciembre, concretamente a 30 de diciembre, mañana Nochevieja, y a las 24.00, las uvas y 1 DE ENERO DE 2012, increíble, un año que ha pasado como si nada. Te levantas un día de la cama y ¡ZAS!, 30 de diciembre, se acaba, esto se acaba como quien se termina una galleta, o el que se toma el ultimo trozo del bizcocho de chocolate. En fin, solo queda pasar página y seguir, seguir al lado de quienes de verdad importan, de los principales pilares, de las sonrisas del dia a dia.
Y ahora bebed, reir, salid de fiesta. Somos jóvenes aún.
viernes, 30 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
Irme de aquí.
Hacer las maletas, comprar el billete, hacer una lista con todas las cosas que tienes que comprar, poner el móvil a cargar, llevar la cámara vacía, despedirte de las personas que mas quieres. Salir a la hora punta para coger el tren, conocer a un simpático desconocido, descubrir una pequeña parte del mundo, asomarte a la ventana del vagón y sentir el aire correr entre tu pelo, escuchar la bocina del tren, olvidar tus tareas, adentrarme en un mundo nuevo, verlo llegar, y saber que tienes un pie en tu ciudad y otro lejos, lejos, muy lejos de tu familia, amigos, todos los seres queridos que atrás dejas, saber que lo echarás de menos, echaras de menos sus caricias, sus manos, sus besos, sus abrazos. Bajar del tren y sentirte una nueva persona, tener durante un largo tiempo una nueva vida, tener nuevos horarios, nuevos amigos, nuevas fotos, nuevos entornos, llamarlo para decirle que has llegado bien, despedirte con un te quiero y alguna que otra lagrima, empezar a relacionarse con la nueva gente, entrar a un café y preguntarle a alguien la hora, hablar con el, conocerle, pedirle su móvil y decirle que algún día ya quedareis, quedar con el y hacerte su amigo, conocer a los amigos de el, ir una tarde de compras, acordarte de cada una de las personas que mas hechas de menos y comprarles alguna sorpresa, echar muchas fotos, descubrir poco a poco la ciudad, volver a la ciudad, volver a hacerte la maleta, comprar el billete de vuelta, llevar la cámara llena, despedirte de tus nuevos amigos, a los que tanto cariño les has cogido, decir un simple adiós entre lagrimas, mirar las fotos mientras vas en el vagón, escuchando vuestras risas de fondo, llegar a la estación, y tener una pancarta , un montón de gente, amigos, familiares y entre la multitud de personas que te han echado de menos él, soltar las maletas e ir corriendo hacia él, abrazarlo con todas tus fuerzas y decirle lo mucho que lo quieres y has echado de menos, enseñarle las fotos a todo el mundo, comentar lo bien que te lo has pasado, repartir regalos y recordar los grandes momentos que has pasado con ellos y que ya, nunca mas (posiblemente) los volverás a ver.
martes, 6 de diciembre de 2011
La alargada sombra del amor.
Está prohibido derrumbarse. No se puede. Es necesario articular los pulmones con movimientos normales de respiración. Todo esta bloqueado, todo está vacio. Pero funciona, igual que una barca cuyo timon fuese gobernado por un fantasma de emergencia. Siempre puedes aferrarte a unas perlitas de cocodrilo. Siempre puedes aferrarte a las paredes blancas de la habitación y a los ramilletes de fluorescentes vacios. Siempre puedes, pero no pasa nada, ni nadie. Solo el tiempo. Los relojes siguen desgranando los segundos como si nada.
Fingimos caminar, imitamos a las personas que eramos antes, cuando aun estabas aquí. Hace pocos minutos te escurrías entre nuestros dedos, pero todavía estabas. Entonces teníamos miedo, y nos hacia mucho daño. Pues aquello no era nada en comparación con el vacio que nos estalló silenciosamente delante de las narices con un breve y último suspiro. Todo el mundo tenia miedo. Miedo de que te fueras. Y ahora que te has ido, tenemos mas miedo aún.
Todos nos aguantamos con el corazón clavado en la tripa y en la garganta. Sin hacer ruido. No queremos que lo oigas. Es espantoso el ruido de un corazón cuando se rompe. Como el de un huevo a punto de abrirse aplastado por un bulldozer de porcelana. No queremos que comprendas. ¿Sabias? Queremos seguir oyendo un poco del tú y del nosotros funcionando con normalidad, con palabras, y sin gritos del corazón en silencio.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Soy desafinamiento sin un afinador.
Soy así, no me intenteis cambiar con consejos, diciendo "esto se hace así..". No soy de esas que buscan el amor; si el amor me quiere, que me busque él, que me encontrará, y mientras tanto yo me entretengo en divertirme. ¿Y qué si no llega? Tengo la certeza de que no habré perdido el tiempo. No me gustan los cuentos de hadas, ni finales felices, yo soy feliz con las aventuras pasajeras repentinas, espontáneas, esas que surgen del deseo, pero del deseo de la piel, del deseo animal. No soy de romanticismos y palabras bonitas, me gustan esas broncas que terminan con un polvo y los gritos que te dejan sin voz. Soy mas de conversaciones de Blackberry a las tantas de la noche, que de estados alusivos con corazones. Me entretengo en el camino, pero lo justo, lo justo para hacer lo que me gusta, no pierdo el tiempo con sueños y deseos de un futuro que puede que no llegue, yo me centro en el presente, y por mucho que me entretenga, siempre vuelvo a las andadas.
Soy yo, única, y no, efectivamente no tengo ningún remedio, ni lo tendré.
Soy yo, única, y no, efectivamente no tengo ningún remedio, ni lo tendré.
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