miércoles, 30 de enero de 2013

Mis reales, mi salida del laberinto.


Hoy 30 de enero, miro para mis adentros y me doy cuenta, aunque muy joven aún, de todo lo que llevo dentro y a rastras. Todos estos años pasando día tras día con una anécdota más, o un mal día para olvidar, aunque soy de esas que intenta sacar una sonrisa, aunque sea a la fuerza, hasta en los peores momentos, pero tengo la gran suerte de que no lo hago sola, tengo a los que me quieren, a mis reales, a mi lado, a las buenas y a las malas y tal y como están las cosas es lo único que vale la pena aquí.

Aprovecho hoy precisamente, el día en que cumplo 17 años para agradecer en un Word de los míos todo a todos aquellos que han estado siempre, a lo mejor no desde el principio, pero sí hasta el final o al menos eso pretendo. Gracias a todos los que me han sacado sonrisas sinceras, que no todos pueden he de decir, los que me han hecho reírme a carcajadas hasta llorar, también a los que lo han conseguido pero lágrimas de emoción, a quién ha conseguido sacarme del agujero cuando todas las escaleras emocionales han fallado, a quienes han hecho que vea todo desde mil perspectivas distintas, simplemente para que me dé cuenta de que tengo que mirar un poco más allá de mi propio cristal que, a veces, me impide ver hasta lo más obvio.  A quienes han aparecido hace relativamente poco y me han aportado lo que ni yo misma me esperaba, a quienes llevan tanto aquí a mi izquierda, que no han hecho hueco, sino socavón a primera línea emocional y que, si en algún momento se fueran, no habría posibilidad de reconstrucción de este desastre. 

Una vez dadas parte de las gracias que merecen, ya que no todo se puede expresar en una pantalla de ordenador y hay quien no me las acepta, con el pretexto de “no hacen falta, ya lo sabes”. Si, y también sé la falta que me hacéis y que una de las pocas maneras que tengo de demostrarlo es dar las gracias.  

Como despedida, a todos los que lo leáis, sabéis quienes estáis implícitos aunque no se os nombre, de sobra, y quienes no, sabed que tener a tu vera a quien te valora y te quiere así es lo único que sirve y perdura, te dibujan los laberintos si te pierdes y como Ariadna a Teseo, se juegan hasta la vida por darte la cuerda y sacarte de ese agujero, por muchas escaleras que fallen.

viernes, 11 de enero de 2013

Soy lo que tú quieras ver.

Soy distinta, promiscua hasta hartarme, cabezona, hablo más que escucho, grito hasta dejarme la voz, soy ególatra como la que más, morena, pelo castaño medio rojo, ojos marrones, guerrera, responsable, con las ideas claras, fuerte, o eso intento, hermana de mis amigas y con una madre que no me merezco.
Me dicen que como es que tengo las cosas tan claras, y tan poca vergüenza en cuanto a que no me importa decir cómo soy, lo que siento o cada cosa que pienso. Me insultan y sigo siendo la misma, ¿Qué si no me afecta? Realmente no, tengo muy claro quién soy y cómo soy y así quiero seguir. La gente que me quiere está aquí a las buenas y a las malas y si siguen aquí a mi lado es porque les da igual como sea, que tengo mis más y mis menos si, pero con la gente que quiero, siempre doy lo mejor de mí. ¿Qué si algún día cambiaré? Puede, pero nadie se levanta un día habiendo cambiado su mentalidad o físico completamente. Si necesito algún cambio llegará el día que lo decida y será poco a poco, no de un día para otro decido que quiero ser otra. De momento estoy muy a gusto tal y como soy, cuando me miro al espejo veo algo que mucha gente estoy segura de que miles de complejos se lo impedirán, que yo también los tengo eh, pero sobrevivo igual, son parte de mi y si se eliminan sonríes igual que si los tuvieras. Me digo ‘qué buena estás’ cada mañana como mínimo 200 días al año porque realmente lo siento así. Y cuando me dicen ‘qué bien te ha salido el texto argumentativo’ sonrío y lo agradezco, sintiéndome mejor que nunca con mi yo intelectual, del que también estoy orgullosa.
Pese a todo, llevo un rollo de tía fuerte y sin sentimientos que acarreo desde hace tiempo; echaron tantas pachangas con mi cora que ambos hemos acabado sabiendo jugar mejor y ahora es ésta femme la que se pone por delante, previniendo lo que viene, sobrepasándolos. Como con un yoyó ando mareándolos, que ni sí ni no, ni blanco ni negro chico, tu a tu rollo y yo al mío, pero tranquilo, que hasta este de mi izquierda no llegas, que arrasando con todos parece el acorazado Potemkin.
                Ya no veo un futuro sentimental claro, porque sois todos tan capullos que después de tanto tiempo, da gusto devolvérosla doblada, mejor sensación que vuestros putos orgasmos. Ya veis, que la venganza se sirve en frío, y vosotros os calentasteis demasiado, así os ha pasado, que ahora hipotérmicos perdidos. Perecéis payasos de circo intentando hacer girar varios objetos y estáis equivocados, que jugáis contra la que os lanza cuchillos como palabras y a las cuatro, caéis de rodillas, pensando equivocado, ¿Qué me tienes en el bote? Ay chico, hace mucho que no me dejo intimidar y tu no vas a ser la excepción.
                Soy lo que quieras ver y como lo quieras ver, como filtro fotográfico, remodeláis la realidad a vuestro gusto, malinterpretando palabras y sacando conclusiones que ni pies ni cabeza. No me vais a cambiar por mucho rumor que soltéis, ni basándoos en principios de la física vais a conseguir hundirme, no soy el Titanic, ya lo dije, soy como el Katrina y el día que estalle, peor que la bomba de Yroshima. Si quieres criticar, critica, pero no ladres y no vas a morder, y ojo, que ando como una loba en tu nuca.