domingo, 20 de mayo de 2012

Contigo porque me matas, y ahora sin ti ya no vivo.

Y si vuelve, ¿qué? Si vuelve esa sensación que hace años me martirizaba, ¿qué es lo que tengo que hacer?. No sé si debería publicar esta clase de cosas aquí, pero cuando me hicé el blog, me propuse escribir en este pequeño rincón de internet, la mayoría de las experiencias que tuviera, y expresarlas tal y como las siento.
Una vez aclarado esto, he de decir que no sé como va a fluir esto, ni siquiera como voy a reaccionar yo si esto sigue así. Soy impredecible y, a veces, tanto que ni yo sé como actuar. Es que si vuelve a hacer lo mismo que la última vez, no voy a poder más, y realmente me da miedo volver a vivir la situación de hace 3 años, que ya son, porque ¿y si esta vez pierdo? No podría aguantar otra vez lo mismo.
Es como un círculo vicioso, y me es imposible salir. Es como una verdad que se repite año tras año, una verdad que te cae encima y ni la esperas. Es él, con sus mas y sus menos. Le conozco tanto que sé que, en el caso de que esto terminara en algo, ninguno impodría nada, porque ambos esperamos que el otro lo haga todo, y así ya cuento 3 años, tres odiosos y a la vez estupendos años.
Y es que de tanto que ha pasado, ya eres conocido por todas, lo que me parece normal. Me dicen que terminarás influyendo en mí de una manera del todo trascendental, pero que no vale la pena publicar aquí.
Que tienes tus maneras, y sabes que me encantan. Pero repito que no sé que voy a hacer si vuelves. Eres como el boli ese del estuche que casi nunca utilizas pero sabes que está, o como esa frasecilla que escribes siempre porque antes te recordaba a alguien pero ya no sabes a quien, y la escribes porque realmente te ha acabado gustando. Siempre estás, y, siento tantas comparaciones, pero como el gorro a un cocinero, me eres imprescindible.
Que si, lo acepto, que antes no tenía la sensación de necesitarte, pero me matas y sin tus saludos, lo siento, pero ya no vivo.
Ya está, necesito que me quieras, que necesites verme, que me saludes, antes no, ahora sí, sigo torturando a mi cabeza por tu piel una vez mas. Ya no es un "ni contigo ni sin ti", ahora es un " lo dejaría todo por que te quedaras".

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