Es definitivo y lo digo tajantemente, son ellas, mis reales. No las hacen falta nombres, lo sé, porque ellas mismas saben perfectamente quienes son. Son todas totalmente distintas, todas pero las quiero sin dudar, con sus mas y sus menos, las quiero así y no de otra manera.
Y os preguntaréis como estoy tan segura de que son ellas. Bien, os lo explicaré...Son varias razones, de las que te vas dando cuenta poco a poco, según va pasando el tiempo. Todo empieza con pequeños gestos; eso de salir todas juntas, esperarnos en las puertas de clase y, por muchas broncas que nos echen, estar ahí, hasta que las veas aparecer por la puerta, la estupidez de los 10cént. también cuenta, aunque, para muchas, no lo parezca. Factor imprescindible las sonrisas, alomejor una risilla en el pasillo o una coincidencia en clase que nos hace reir. Son pequeños gestos, es cuidar bien un principio para un final eterno.
Pero eso no se queda ahí, con el paso de las semanas, los meses, hasta los años juntas, esos gestos se van convirtiendo día a día en muestras de cariño que equivalen a una oleada de alegría. El hecho de esperarnos en el pasillo, se convierte en un "voy a tu casa y me lo cuentas todo" y, cuando las ves aparecer por la puerta, el primer impulso es salir corriendo a abrazarlas. La estupidez de los 10cént. se convierte en un "venga, yo te invito y comemos juntas!", lo que es un 90% posible que haga de un día normal, a un día estupendo, por muy poco que hallas hecho, aunque esto, muchas no lo tienen en cuenta. Pintar en sus caras sonrisas, la mayor de mis pasiones. Lo que era una risilla en clase, ahora puede ser una mirada que acarrea consigo un recuerdo y provoca una carcajada descomunal, que, obviamente, llena de alegría hasta a aquel que no sabe sonreir.
Y, respecto a esto último, y haciendo un paréntesis en la entrada, no soy capaz de comprender cómo gente con vidas felices, estupendas, que tienen todo lo que alguien podría desear y más, son tan desagradecidos de ir lamentándose de todo, con una cara totalmente seria, mezclada con un poco de tristeza, desagradecidos, si, porque considero las sonrisas parte de nosotros, la llevamos siempre, aunque nunca las saquemos a relucir. Soy capaz de entender un día malo, o una semana horrible, por que yo las he tenido, pero, ¿para tanto? lo dudo.
En fin, volviendo a ellas. Lo he repetido, lo repito y lo repetiré las veces que hagan falta, si, ellas son mi pilar fundamental. Por ellas, saltaré todas las vallas, vayan donde vayan. Que me da igual el lugar si es a su lado, si me cogen de la mano y me dicen "Andrea, vámonos!", me voy donde me digan, pero que me prometan que no me soltarán nunca. Son mi faro de Alejandría y consiguen que elimine la tristeza en un suspiro, con sonrisas, con palabras y con abrazos sobrevivo, me sostienen entre todas y hacen que un día malo, agradezca que las tengo, que las tengo a mi lado.
Son todo lo que tengo, me alegran, me evaden, alejan las tinieblas y me resucitan siempre, a cada paso, estan ellas, cuidando de mí, ellas mi suerte. Si, puedo parecer demasiado fuerte, pero soy lo mas sensible que hay, sin duda. Lloro por absolutamente todo, aunque la mayoría de las veces lo hago por cosas que no merecen la pena ni mucho menos, esas veces que se te saltan las lágrimas, simplemente porque estás feliz, por que con un simple "te quiero" te demuestran que están ahí, alomejor no de cuerpo presente, pero es que me abrazan desde la nada, y es una sensación de saber que después de toda tormenta están ahí, como un rayo de sol, y te consuela el saber que han resistido contra el temporal, y puede que solo para sacarte una sonrisa cuando vuelves a abrir los ojos.
Componen la banda sonora de esta tragicomedia.
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